Aterrizó la nave y de ella salió un pequeño ser verde y con antenas. Los terrícolas presentes le miraron entre el miedo y la alucinación. De sus antenas surgieron rayos que dirigió a cada uno de ellos diciendo: "tú serás artista, tu crítico-comisario, vuestro amigo se encargará del museo y aquella de allí que sea política, mejor, ministra de cultura¨. Cerró la compuerta y se largó.
Todos se quedaron un poco agilipollados, al cabo del rato comenzaron a sentirse inquietos y a mirarse mal entre ellos, la amistad nunca volvió a ser la misma.
En esto estaban cuando apareció en escena un tipo raruno y siniestro, todos le rodearon y preguntaron al unísono:
- "¿Quién eres?"
- "Soy galerista¨ respondió.
- "Y....¿qué buscas de nosotros?" volvieron a interrogar.
Aquel tipo les miró de arriba a abajo y, dibujando una mueca entre el desprecio y la condescendencia, pronunció unas palabras que jamás ninguno de ellos podría olvidar:
- "Sólamente busco una cosa. LA PASTA"
Acto seguido subió al coche de alta gama en el que se hacía acompañar de una asistente alemana, alta, rubia, elegante y vestida de negro (en realidad más tarde se sabría que eran clones escogidos por catálogo) y se marchó del lugar, justo antes de pisar el acelerador les saludó con la mano y les dijo en tono misterioso:
-"Tendreis noticias. Debeis estar atentos"
Y colorín colorado................
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