Con la resaca de la Feria de todas las Ferias aún a cuestas, ando inquieto en el sillón con las imágenes de uno de los muchos programas dedicados a festejar los treinta años de sarao. Además de comprobar lo viejunos que estamos y cómo nos pasa factura el tiempo, y con cierto sonrojo tras observar las pintas que nos gastábamos y lo estupendos que nos veíamos entonces, no dejo de acordarme de una secuencia del programa en cuestión, escena que ya había visto hace unos años en otro documental sobre los entresijos del arte y que había olvidado.
Está claro que la Feria de todas las Ferias es un lugar de negocio, enmascarado de "evento cultural", pero negocio al fin y al cabo, y sobre eso se centraba la cosa cuando de repente aparece Fernando Francés con una libretuca y un bic en la mano empleándose a fondo en el digno arte del regateo con un galerista al que se ve bastante incómodo, nada que ver con el crítico quien se mueve como pez en el agua afilando las cifras para hacerse con una fotografía de Joan Fontcuberta, el trato lo cierra con una frase memorable: "ni pa ti ni pa mí". Tras el apretón de manos, anota del precio convenido en el papel, si hubiese sido un camión de patatas hubiese tenido el mismo desarrollo, sin duda. Lo peor de todo es que la adquisición es para Fundación Coca- Cola, empresa par la que ejerce de asesor, a quienes le acaba de ahorrar un dinero a costa, sobre todo, del fotógrafo autor de la imagen.
El crítico de Torrelavega es también editor de Arte y Parte, director del CAC de Málaga (sobre esto ya hablaré otro día), dueño de una empresa de Servicios Culturales, como digo asesor de varias colecciones, miembro de no sé cuántos jurados y algún que otro tejemaneje. Esta situación de dominio en la sombra la denunció hace unos años Roas Olivares en una carta abierta publicada en un suplemento cultural, haciendo una invitación a todo aquél que quisiera firmar esta denuncia pública, nadie se adhirió a la misma, más vale no caer en desgracia con el personaje.
Mientras tanto pienso en qué cara se le quedará al fotografo cuando viese todo esto en la tele.
Poniendo cara de no romper un plato