viernes, 18 de mayo de 2012

The End



Y él se empeñaba en que la silla era suya. Y los demás le pedían a grito pelao “Paco aguanta!!!”, como aquél mítico grito de guerra del Gran Hermano que tanto le gusta a Gustavo Bueno, con la misma intensidad que desprecia a los que nos indignamos, pero le quitaron la razón y todos salieron huyendo. 
Huyendo y jodiendo hasta el final dejando todo hecho unos zorros. 
La rubia de labios de botox le dijo que no se preocupase, que le esperaba con los brazos abiertos, que lo otro ya se lo pensaría. Los llaniscos fueron los primeros en poner los pies en polvorosa, luego muchos otros. A alguno se le descompuso la cara al enterarse que tenía que recoger, y  algunos nos reímos hasta la extenuación cuando les vimos las caras de estupor. Y luego todo cambió para seguir siendo lo mismo. 
Todos jodidos, pero unos más contentos que otros.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Había una vez…….

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