Cuánto debe de reflexionar y cuántas cosas tienen que cambiar dentro del mundo de la cultura para que los públicos dejen de observarlo con indiferencia, de la cual los únicos culpables somos los agentes implicados de uno u otro modo.
Los discursos absurdos y los lenguajes encriptados sólo sirven de autocomplacencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario